No se trata de ir por la vida con una sonrisa de oreja a oreja para demostrar que soy feliz. Se trata de reír sin darme cuenta. De soñar despierta y no acordarme después. De jugar con fuego, quemarme, y aun así reír, porque es lo único que puedo hacer. Esa sonrisa que se convierte en carcajada en menos de un segundo, y que más tarde, llegará a formar parte de esos momentos irrepetibles que componen mi felicidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Puedes dejar un comentario siempre que:
- No vengas a insultar
- No vengas a criticar
- Si no te gusta la entrada lo lo digas con insultos